La cultura de Bolivia es producto de una gran diversidad de expresiones, como resultado de la variedad de escenarios geográficos que su actual territorio comprende, así como de la diversidad étnica que la caracteriza.
En Bolivia existen 36 diferentes naciones o pueblos indígenas originarios y campesinos, reconocidos por la Constitución Política del Estado. La vestimenta, costumbres, tradiciones, ritos, bailes, ritmos, etc. varía de acuerdo a la zona geográfica del país. En cada región existen culturas vivas de diversos pueblos o naciones.
De las 36 lenguas reconocidas en Bolivia, español, quechua, aymara y guaraní son las más habladas. Ocho de ellas, araona, mosetén, movima, sirionó, yaminahua, yuqui, tapiete y machineri están en riesgo de extinción
El talante depende del clima y la altitud. Los cambas (de las tierras bajas) y los collas (de las tierras altas) hacen gala de lo que les diferencia de los otros. Se dice que en las tierras bajas la gente es más hospitalaria, informal y generosa con los forasteros; y los de las tierras altas son, supuestamente, más trabajadores pero menos abiertos. Aunque se hagan bromas inocentes al respecto, los bolivianos son muy conscientes de las disparidades económicas entre las dos regiones y, a veces, las tensiones llegan a puntos críticos como cuando Santa Cruz amenaza con la secesión por desavenencias con el programa político.
Culturas
En Bolivia existen 36 diferentes naciones o pueblos indígenas originarios y campesinos, reconocidos por la Constitución Política del Estado. La vestimenta, costumbres, tradiciones, ritos, bailes, ritmos, etc. varía de acuerdo a la zona geográfica del país. En cada región existen culturas vivas de diversos pueblos o naciones.
De las 36 lenguas reconocidas en Bolivia, español, quechua, aymara y guaraní son las más habladas. Ocho de ellas, araona, mosetén, movima, sirionó, yaminahua, yuqui, tapiete y machineri están en riesgo de extinción
La sociedad boliviana
El talante depende del clima y la altitud. Los cambas (de las tierras bajas) y los collas (de las tierras altas) hacen gala de lo que les diferencia de los otros. Se dice que en las tierras bajas la gente es más hospitalaria, informal y generosa con los forasteros; y los de las tierras altas son, supuestamente, más trabajadores pero menos abiertos. Aunque se hagan bromas inocentes al respecto, los bolivianos son muy conscientes de las disparidades económicas entre las dos regiones y, a veces, las tensiones llegan a puntos críticos como cuando Santa Cruz amenaza con la secesión por desavenencias con el programa político.
El día a día varía de un boliviano a otro, sobre todo depende de si viven en la ciudad o en el campo, en las gélidas tierras altas o en las bochornosas tierras bajas, y de si son ricos o pobres. Muchos campesinos viven sin agua corriente, calefacción o electricidad, y algunos visten de una manera que apenas ha cambiado desde la llegada de los españoles. Pero en las ciudades, sobre todo en Santa Cruz (la ciudad más rica del país), La Paz, Cochabamba y Sucre, miles de sus habitantes disfrutan de comodidades y hábitos modernos.
La vestimenta varía de acuerdo a la zona geográfica del país. En la zona del Altiplano es común ver multicolores, vestidos principalmente confeccionados con lanas de llama, alpaca, vicuña y oveja, que han sido teñidos utilizando colorantes naturales conocidos como anilina. Estas vestimentas capturan rápidamente la atención de los visitantes quienes, no siendo ajenos a su vistosidad, terminan adquiriendo vestuarios completos. El vestuario lleva incluido generalmente tejidos con patrones geométricos, ocasionalmente zoomorfos y antropomorfos, y barras conocidos como aguayos (o en quechua lliqllas). Es común la presencia de estos elementos en las comunidades de los aimaras, quechuas, urus, chipayas, tupí guaraníes, con variaciones en tonos o colores en cada comunidad. En las ciudades, los descendientes indígenas que migraron adquirieron vestimentas características que tuvieron origen en tiempos de la época de la colonia, y que con el tiempo ha dado origen a la palabra «cholo» y «chola». Las mujeres son las mejores representantes de esta herencia, pudiéndose diferenciar claramente el vestuario de mujeres potosinas, orureñas, paceñas, cochabambinas, chuquisaqueñas, tarijeñas y tupiceñas. Incluso en La Paz, las comunidades afrobolivianas han mantenido tradiciones, música y vestimentas propias.
La importancia histórica de la ciudad Oruro y su gran influencia cultural y religiosa hacen del carnaval de Oruro un escenario natural que refleja la interculturalidad de las distintas zonas de Bolivia.La zona andino-altiplánica de Bolivia en cuyo pie se encuentran los valles llamados yungas, de donde provienen la danza de los negritos, la saya y los caporales.La densa población de esta zona donde se encuentran los departamentos de Potosí, Oruro y parte de La Paz es rica en folklore y muchas de estas danzas participan del Carnaval de Oruro. Entre estas danzas están el tinku, la llamerada, la kullawada, la morenada, la diablada, la antawara, los calcheños, los potolos, la waka tokoris, la kallawaya y el kantus.
Tradiciones
Existe una gran riqueza en tradiciones, vestimentas, bailes y costumbres, mismos que han sido conservados desde la colonia hasta nuestros días. Las tradiciones de los pueblos anteriores a la colonia se mezclaron con las de los españoles en tiempos de la colonia, lográndose el mestizaje de la vestimenta y tradiciones, que aún son conservadas por la población y revividas en las festividades folklóricas del país, entre las que destacan: El Carnaval de Oruro, la Entrada del Gran Poder en la ciudad de La Paz, la Entrada de la Virgen de Urkupiña de la ciudad de Cochabamba, la festividad de Los Chutillos en Potosí.
En estas festividades se muestran bailes típicos como la Diablada, Morenada, los Incas, los Pujllay, los Caporales, los Negritos, la Llamerada, los Ahuatiris, la Tarqueada, los Tinkus, los Suri y muchas otras, en ellas abunda un derroche de colores y alegría, en una extraña mezcla entre paganismo y catolicismo.
Vestimenta tradicional
La vestimenta varía de acuerdo a la zona geográfica del país. En la zona del Altiplano es común ver multicolores, vestidos principalmente confeccionados con lanas de llama, alpaca, vicuña y oveja, que han sido teñidos utilizando colorantes naturales conocidos como anilina. Estas vestimentas capturan rápidamente la atención de los visitantes quienes, no siendo ajenos a su vistosidad, terminan adquiriendo vestuarios completos. El vestuario lleva incluido generalmente tejidos con patrones geométricos, ocasionalmente zoomorfos y antropomorfos, y barras conocidos como aguayos (o en quechua lliqllas). Es común la presencia de estos elementos en las comunidades de los aimaras, quechuas, urus, chipayas, tupí guaraníes, con variaciones en tonos o colores en cada comunidad. En las ciudades, los descendientes indígenas que migraron adquirieron vestimentas características que tuvieron origen en tiempos de la época de la colonia, y que con el tiempo ha dado origen a la palabra «cholo» y «chola». Las mujeres son las mejores representantes de esta herencia, pudiéndose diferenciar claramente el vestuario de mujeres potosinas, orureñas, paceñas, cochabambinas, chuquisaqueñas, tarijeñas y tupiceñas. Incluso en La Paz, las comunidades afrobolivianas han mantenido tradiciones, música y vestimentas propias.
Música
En la interpretación todavía se utilizan instrumentos prehispánicos, como las variantes del sikus o de la Algunos de los géneros típicos de las regiones son: en la zona oriental-amazónica el taquirari, la chovena, el julajula, el pinquillo, el erke y otros, en la zona andina son el tinku y el kaluyo.El sonido de la música andina, desde el frío altiplano, es adecuadamente persistente y lastimero, mientras que de los valles y trópico es más cálida y alegre, con su complemento de tradicionales instrumentos musicales, ofrece unos tonos más vibrantes y llenos de colorido. Aunque la música
original andina fue exclusivamente instrumental, las tendencias hacia la popularización han inspirado
el añadido de letras apropiadamente trágicas, agridulces o taciturnas.
Instrumentos
Aunque el sonido marcial de pequeñas bandas de instrumentos de metal pobremente ejecutados parece formar parte integral de la mayoría de las fiestas sudamericanas, las tradiciones musicales andinas emplean una variedad de instrumentos que se remontan a los tiempos precoloniales. Solo tiene raíces europeas el popular charango, similar al ukelele (basado en la vihuela y la bandurria, de origen español, formas antiguas de la guitarra y la mandolina).Danzas
La importancia histórica de la ciudad Oruro y su gran influencia cultural y religiosa hacen del carnaval de Oruro un escenario natural que refleja la interculturalidad de las distintas zonas de Bolivia.La zona andino-altiplánica de Bolivia en cuyo pie se encuentran los valles llamados yungas, de donde provienen la danza de los negritos, la saya y los caporales.La densa población de esta zona donde se encuentran los departamentos de Potosí, Oruro y parte de La Paz es rica en folklore y muchas de estas danzas participan del Carnaval de Oruro. Entre estas danzas están el tinku, la llamerada, la kullawada, la morenada, la diablada, la antawara, los calcheños, los potolos, la waka tokoris, la kallawaya y el kantus.
Tradiciones
Existe una gran riqueza en tradiciones, vestimentas, bailes y costumbres, mismos que han sido conservados desde la colonia hasta nuestros días. Las tradiciones de los pueblos anteriores a la colonia se mezclaron con las de los españoles en tiempos de la colonia, lográndose el mestizaje de la vestimenta y tradiciones, que aún son conservadas por la población y revividas en las festividades folklóricas del país, entre las que destacan: El Carnaval de Oruro, la Entrada del Gran Poder en la ciudad de La Paz, la Entrada de la Virgen de Urkupiña de la ciudad de Cochabamba, la festividad de Los Chutillos en Potosí.
En estas festividades se muestran bailes típicos como la Diablada, Morenada, los Incas, los Pujllay, los Caporales, los Negritos, la Llamerada, los Ahuatiris, la Tarqueada, los Tinkus, los Suri y muchas otras, en ellas abunda un derroche de colores y alegría, en una extraña mezcla entre paganismo y catolicismo.
Gastronomía
La Gastronomía de Bolivia es conocida principalmente por su variedad de platos que difieren de zona en zona. Con profundas raíces indígenas y españolas, transformadas por el mestizaje y los diferentes momentos históricos que el país ha experimentado, la gastronomía boliviana ha sumado una amplia gama de platos y recetas, lo cual la hace variada, rica y diferenciada. A esto se le suman las bebidas como el vino boliviano, la Chicha y el Cocoroco.
Aproximadamente el 77% de la población boliviana profesa el catolicismo y lo practica con mayor o menor intensidad. El otro 23% es protestante, agnóstico o pertenece a otras religiones. Los movimientos evangélicos ganan rápidamente nuevos adeptos con sus mensajes apocalípticos y, en algunas zonas, además acaban con siglos de tradiciones culturales. A pesar del peso político y económico del cristianismo, la mayoría de actos religiosos han acabado incorporando sistemas de creencias incas y aimaras. Las doctrinas, ritos y supersticiones están a la orden del día, y algunos campesinos aún se guían por un tradicional calendario.
Religión
Aproximadamente el 77% de la población boliviana profesa el catolicismo y lo practica con mayor o menor intensidad. El otro 23% es protestante, agnóstico o pertenece a otras religiones. Los movimientos evangélicos ganan rápidamente nuevos adeptos con sus mensajes apocalípticos y, en algunas zonas, además acaban con siglos de tradiciones culturales. A pesar del peso político y económico del cristianismo, la mayoría de actos religiosos han acabado incorporando sistemas de creencias incas y aimaras. Las doctrinas, ritos y supersticiones están a la orden del día, y algunos campesinos aún se guían por un tradicional calendario.
Me gusto mucho :)
ResponderBorrarMuy bonita la cultura boliviana y la información esta bastante bien !!
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